El verdadero papel de los abuelos

Quienes hayan contado con la dicha de tener abuelos guardan recuerdos maravillosos de ese apoyo incondicional, los nietos reciben grandes dosis de amor y complicidad, y pocas responsabilidades. El afecto de un abuelo es tranquilo y se disfruta intensamente; ser abuelo es una experiencia maravillosa, única y muy diferente a la de ser padre.

Muchos de ellos, comparten con sus nietos tiempo completo, y es allí, donde deben asumir ciertos retos como la educación de los niños, la imposición de límites y la transmisión de valores pues esto algunas veces puede generar conflictos y confusiones entre padres y abuelos.

Lo importante es tener en cuenta que la guía hacia la educación siempre estará a cargo de los padres; y los abuelos al ser referentes para los niños, deberán guiarse por las normas establecidas. Porque si bien los abuelos no son sustitutos de los padres, representan una ayuda enorme en el proceso de crianza, son transmisores de experiencias y tienen un papel de mucho peso en la formación psicológica del niño, sin mencionar, que son una fuente de amor y ternura.

Para que el papel de abuelo y padre se pueda cumplir de la mejor manera, es indispensable que ambos lleguen a acuerdos sobre límites y recomendaciones. A continuación, mencionamos algunas cosas que se pueden implementar para evitar confusión en los niños.

  1. Procurar llegar a un acuerdo sobre horarios de comidas o tareas, ya que, si se manejan diferentes directrices, los niños pueden confundirse y no trabajar con disciplina.
  2. Si los abuelos quieren enseñar o hacer cosas a su manera está bien, no obstante, debe hacerse de forma positiva. Por ejemplo; puede decir “tus padres te hacen el sándwich de esta manera, yo lo haría así, veamos la diferencia de sabor”
  3. Hacer críticas de los padres frente a los niños, nunca será recomendable, ya que resta credibilidad y autoridad a los padres. Por lo cual el método recomendable será solucionar las diferencias que existan en privado.

Los abuelos deberían poder vivir la experiencia sin tener las exigencias que tuvieron cuando fueron padres, tienen una especie de segunda oportunidad en donde ya no tienen los miedos y las responsabilidades de la paternidad. Para los niños, los abuelos son sus eternos cómplices, una fuente de amor y sabiduría. Para los abuelos, los niños representan juventud y diversión permanente. Cuando nace un niño también nace un abuelo y un mundo nuevo de experiencias para disfrutar.

Cómo manejar la cuarentena con niños, por María Paulina Posada, psicóloga clínica.

Durante esta época de cuarentena es difícil mantener un balance entre nuestras obligaciones laborales, el cuidado de los niños y las labores de la casa. En algunos momentos podemos sentirnos cansados, abrumados, ansiosos y emocionalmente inestables.
Hoy queremos darles algunos tips para el manejo adecuado de esta situación, con el fin de dar lo mejor de nosotros mismos y modelarles a nuestros hijos la habilidad de ser flexibles.
  1. Intenta seguir una rutina. Aunque en esta época no tenemos afán para llevar a los niños a estimulación, al jardín o al colegio, es importante tener una estructura del día y que los niños la tengan clara. Cuando los niños son más grandes, ellos mismos pueden participar ayudando a diseñarla. De esta manera ellos se sentirán más seguros anticipando siempre lo que va a suceder.
  2. Aunque puede llegar a ser difícil en algunos casos (espacios reducidos), es recomendable que los niños tengan momentos de movimiento a diario. Al moverse, los niños desarrollan sus sentidos y regulan sus emociones. Si vives en un espacio pequeño, pueden bailar, saltar, jugar con una pelota saltarina, hacer rutinas de ejercicios o marchar. (Aunque el uso de pantallas nos ayuda a mantener a nuestros hijos entretenidos, debemos minimizar su uso y promover actividades didácticas y divertidas).
  3. Pueden designar una parte del día para hacer las labores domésticas e involucrar a los niños en las mismas. Todo es cuestión de asignarles actividades acordes a su edad. Los niños pueden aprender a guardar sus juguetes, a limpiar el polvo, a limpiar las ventanas, a barrer, a poner la mesa, a llevar los platos sucios al lavaplatos, etc. Estas actividades ellos las suelen ver como algo divertido, y de paso vamos trabajando habilidades de vida para el futuro.
  4. No es necesario que los mantengas entretenidos todo el tiempo. Es claro que nuestros niños actualmente están acostumbrados a estar involucrados en muchas actividades diarias, pero el aburrimiento es el mejor motor para desarrollar la creatividad y la solución de problemas. Destina un tiempo del día para el juego libre. Puedes dejar al alcance de los niños varios juguetes o materiales (dependiendo de su edad y nivel de desarrollo), y dejar que el niño invente un juego o una manualidad. Puedes utilizar este tiempo para trabajar, hacer alguna labor de la casa o para hacer alguna actividad de cuidado personal (ejercicio, hablar por teléfono con alguien, descansar, tomarte algo).
  5. Debes estar atento a las señales de dificultades emocionales que tu hijo te pueda estar mostrando. La idea es validar sus sentimientos (no debes decirles “no estés triste”, “no estés aburrido”, “no te quejes”, “eso no es nada”). Una buena manera de hacerlo es describiendo lo que el niño puede estar sintiendo y mostrando empatía: “estás bravo/triste/frustrado/aburrido…, y te entiendo. Yo me he sentido igual. Aquí estoy para ti”. Las caricias y los abrazos también son una linda forma de conectar con ellos. De esta manera los niños se sentirán escuchados y esto fomentará su capacidad de expresar lo que ellos sienten y necesitan.
  6. Dedica tiempo (aunque sea poco) para tu autocuidado. Si los padres nos sentimos bien, lo transmitiremos a nuestros hijos y nuestro estilo de crianza será respetuoso. Toma un tiempo para respirar, para descansar (así sea de a 10 minutos), para hablar con un amigo o amiga, para ver tu serie favorita, para leer un libro o una revista. Después de una pausa, estaremos más dispuestos a atender las necesidades de nuestros hijos.

Escrito por: María Paulina Posada F.

Un corazón para dos: Creando un vínculo fuerte con tu hijo

En el momento en que decidimos tener un hijo, empezamos a idealizar cómo será, a quién se parecerá, cómo será su temperamento, y cómo va a ser nuestra relación con él. Al pensar en esta interacción, nos imaginamos abrazándolo con ternura, besando sus diminutos pies y manos, haciéndole sentir que a nuestro lado nunca le pasará nada.  Cuando el bebé por fin llega, nos vemos enfrentados a numerosos cambios en nuestro estilo de vida, ahora somos responsables de alimentarlo, mantenerlo caliente, protegerlo, cambiarlo… ¡Estamos a cargo nada más y nada menos que de una vida!.

Poco a poco nos vamos viendo expuestos a una enorme cantidad de información sobre la lactancia materna, el colecho, el vínculo afectivo y la construcción de la independencia por parte de nuestras familias, nuestros amigos, las redes sociales, los libros…  y llega un momento en que no sabemos qué hacer ni a quien creer. Por esta razón, hoy queremos hablarles sobre algunas generalidades del vínculo afectivo, y darles algunos tips prácticos para que éste sea lo más sano posible.

El vínculo se construye a lo largo del primer año de vida de los bebés y se fortalece cuando el cuidador (generalmente la mamá o el papá) proporciona al niño de manera rápida y efectiva aquello que requiere (comida, calor, cambio de pañal, alivio de algún dolor o incomodidad, necesidad de compañía y afecto). Este vínculo es recíproco y duradero: el bebé se apega a su cuidador porque aprende que éste siempre estará allí para velar por él y para ayudarle a sobrevivir; el cuidador se apega al bebé al ver que en sus brazos se calma, que logra alimentarlo adecuadamente, que el niño se ve descansando tranquilo, y que le dedica sus primeras miradas y sonrisas.

Tener un vínculo seguro entre el niño y los cuidadores, va a garantizar que el niño en un futuro se respete, acepte a sí mismo y a los demás, se sienta importante y sepa relacionarse con la gente, maneje responsabilidades, confíe en él mismo, sea abierto con sus padres, sea capaz de aceptar la crítica, admitir los errores y hacer cambios.

 

¿Cómo puedo fortalecer el vínculo afectivo con mi bebé?

  • Atiéndelo siempre que llore o muestre algún signo de incomodidad. Los bebés cuando son muy pequeños no manipulan al adulto. Siempre que “se quejan”, es porque tienen alguna necesidad. Está con hambre? Su pañal está limpio? Tiene frío o calor? Se siente solo? Quiere que lo abracen? Quiere oír la voz de su cuidador?.
  • Háblale mucho con diferentes tonos de voz y muéstrale por medio de tu expresión facial y corporal tu estado de ánimo.
  • Dile que lo amas y abrázalo, bésalo y consiéntelo.
  • Ponle música y cántale. También pueden divertirse un rato y bailar juntos.

Educar a nuestros hijos nunca debe romper o deteriorar el vínculo que hay con ellos. Es tu responsabilidad adquirir las herramientas que sientas que te faltan para educar con amor y respeto.

 

“Mientras les enseñamos a nuestros hijos cómo vivir, ellos nos enseñan de qué se trata la vida” -Angela Schwindt-

 

Escrito por: María Paulina Posada F.

El arte de amamantar a tu bebé

La leche materna es el alimento ideal para el bebé durante al menos los primeros 6 meses de vida; le aporta los nutrientes necesarios para su desarrollo y crecimiento. Cuando amamantas a tu bebé fortaleces el vínculo, creando un lazo indestructible y una confianza que luego influirá en su desarrollo emocional y psicosocial.

 

La leche materna beneficia no solo al bebé sino también a la mamá, fortaleciendo las defensas en ambos, para el bebé: estimula su desarrollo cerebral, previene enfermedades, diabetes y problemas cardiacos; en cuanto a la mamá: evita la depresión postparto, también disminuye el riesgo de sufrir problemas de diabetes y cardiacos, además ayuda a prevenir el cáncer ovárico o de mama. ¡Lo mejor de todo!, es un alimento completamente gratuito que fortalece el vínculo madre-hijo.

 

Existen diversas posturas posibles para amamantar a tu bebé (acostada, de cuna, sentada, etc.), pero todas comparten los siguientes pasos:

  • Ambos deben tener una postura cómoda, en un ambiente tranquilo y agradable.
  • El cuerpo de la madre y del lactante deben estar muy juntos, “ombligo con ombligo”.
  • La cabeza y cuerpo del bebé se encontrarán alineados, de manera que no tenga que estirar el cuello para alcanzar el pecho ni encogerse, sino que la cara mire directamente hacia la mama, con la nariz a la altura del pezón.
  • Estimular suavemente la boca del bebé para que la abra, y cuando esto suceda, acercar su cabeza hacia el pecho delicadamente.
  • Comprobar que la boca del bebé rodee gran parte de la areola, que ha sellado bien sus labios, y que realice movimientos de succión.
  • Ofrecer el otro pecho cuando termine con uno.

Una postura adecuada del bebé al pecho facilita un correcto agarre; para lograr una lactancia exitosa debes tener mucha paciencia, no usar chupos debido a que confunden al bebé, respetar el ritmo de toma de tu hijo y ofrecer un ambiente favorable, es importante que ambos se encuentren a gusto, relajados y en sintonía, lejos de ruidos molestos y distracciones. Recuerda que la lactancia no es una responsabilidad única de las madres, el papel del padre durante esta práctica es importante ya que permite lograr una lactancia materna exitosa, garantizando la salud de su hijo y el bienestar a toda la familia.

Infórmate y prepárate antes de estar embarazada, la lactancia es un tema que debes planear y dialogar con tu pareja, cuenta con una red de apoyo que te asesore y te cuide constantemente, tu ginecólogo, tu pediatra, tu familia y tus amigos deben estar para ti durante esta etapa y recuerda ¡No hay que amamantar por amamantar! Ni alimentar por alimentar, la lactancia materna es un arte y debes estar en ese rol como madre y artista, proporcionando lo mejor para tu bebé, lactar es innato en mujeres, es un don que nos hace madres y que nos conecta con nuestros bebés.

¡Empodérate con la lactancia materna y disfruta esta oportunidad para fortalecer el vínculo con tu hijo! Escríbenos que dudas tienes con respecto a la lactancia materna.

Revisado y editado por:

Liliana Umaña
Consultora Internacional Certificada en Lactancia Materna
IBLC International Board of Lactation Consultant Exaimers

Beneficios de la lectura en los niños

Cuando le lees un cuento a tu hijo, además de entretenerlo, le inculcas buenos hábitos, destrezas, habilidades y conocimientos que favorecerán su desarrollo integral.

 

“Me leen y aprendo”

Además de divertir a los pequeños, la lectura de un cuento genera múltiples beneficios tanto para su desarrollo general, que está en marcha, como para desenvolverse mejor en su vida futura. El primer aporte es la consolidación del vínculo afectivo entre padres e hijos, porque en un mundo tan mediático, veloz y de tantos compromisos, es uno de los pocos momentos del día en el que pueden dedicarle tiempo exclusivamente al niño. Es un espacio que tu pequeño valorará porque estarás con él un rato en la cama, consintiéndolo, abrazándolo y leyéndole un buen cuento.

Al mismo tiempo, desde muy chico le comienzas a inculcar el gusto por la literatura. Cuando le lees le estás enseñando que es una actividad agradable en la que se comparten conocimientos, historias, cuentos, instantes divertidos y el amor en familia. Cuando crezca tendrá esa misma motivación y sensación al leer.


“Además le despierta su imaginación y le ayuda a representar los conceptos por imágenes y le ayuda a visualizar le mundo de los adultos, a entenderlo y, posteriormente, a solucionar problemas y conflictos” asevera Patricia pachón, experta en literatura infantil.

“Siéntate”, “a desayunar”, “trae el libro”, son algunas de las frases repetitivas que tu bebé oye en su cotidianeidad, pero con la lectura de cuentos escuchará palabras nuevas para él. Si te das cuenta, aunque todavía sea muy pequeño, cuando lees te pone atención y queda absorto porque le encanta la entonación, ver imágenes, colores y escuchar la voz de mamá o papá, y todo lo señalado le ayuda a ampliar su vocabulario y estimular su lenguaje y los diversos elementos que lo componen.

 

Más beneficios

En relación con el área cognitiva, la literatura estimula la memoria de tu pequeño y lo motiva a pensar, a comprender y a reflexionar sobre la forma como debe desenvolverse. La lectura de cuentos le ayuda a plantear diferencias, a comparar entre lo bueno y lo malo, a establecer relaciones entre lo que lee y experimenta a diario y a contextualizar su realidad. Claro está, de manera sencilla. Pero también le ayuda a evolucionar en su nivel de comunicación y a desarrollar destrezas sociales que le permitirán relacionarse mejor con los demás, así como adquirir conocimiento para desempeñarse adecuadamente en el futuro. De igual manera, al estar más atentos a las aventuras que le vas narrando, adquiere un mayor y continuo grado de concentración, factor que favorecerá sus diferentes procesos de aprendizaje.

La lectura le ayudará a conocer algunos sentimientos que los cuentos transmiten a través de sus personajes como amor, ternura, temor y odio. Esto te permitirá explorar la inteligencia emocional de tu pequeño, y manejar sus miedos, inseguridades y ansiedades.

Con todos estos argumentos y ventajas, no hay que retrasar más la introducción de tu pequeño a la literatura.

Como anota Isabel Calderón, Coordinadora de contenido infantil y juvenil de la Cámara Colombiana del libro: “el acercamiento a la literatura debe iniciarse desde la primera infancia. En ese sentido los cuentos son muy importantes porque los niños tienen que tener acceso a la cultura y a la lectura. Se enriquece su vida y se convierte en un placer y un hábito, sobre todo cuando se comienza temprano y de la forma más emocional y vinculante posible.

Mindfulness para mujeres

“Estructura tu mente, simplifica tu vida y encuentra tiempo para ti misma”

Las mujeres de hoy en día estamos bajo una presión sin precedentes: sin tiempo, haciendo malabares para llegar a todo y estar en todo, atendiendo infinitas exigencias en   un mundo en el que debes estar disponible las 24 horas al día,  una presión que opaca y esconde  aquellas cosas esenciales que todas anhelamos: ser felices, sentirnos tranquilas,  vitales, amadas y reconocidas. No es de extrañar que muchas de nosotras nos sintamos exhaustas, estresadas o desbordadas.

 

Hay muchos factores que causan estrés y pueden ser distintos para cada una.  En general, los factores más destacados y comunes son la presión profesional, el encontrar el equilibrio entre la vida profesional y personal, la gestión diaria de los hijos, la salud de los hijos y familiares y la armonía de la relación con la pareja.

La buena noticia es que podemos recuperar la calma y la felicidad en nuestras ajetreadas vidas. El Mindfulness ó la Atención Plena es un potente antídoto para la ansiedad, el estrés, el agotamiento y la depresión. Puede ayudarnos a sentir mayor satisfacción en la vida e incluso reducir comportamientos autodestructivos y de adicción. Mindfulness es una práctica que ayuda a calmar la mente, a fortalecer nuestra corteza prefrontal encargada de la concentración, de la resolución de conflictos, de ponernos en contacto con nosotros mismos y con lo que verdaderamente importa en la vida.

 

¿Cómo se logra?

 

A continuación ofrecemos 6 ejercicios  sencillos y cortos que los podemos implementar en cualquier momento del día y si los practicamos de manera frecuente puede cambiar la forma de nuestro cerebro para responder en vez de reaccionar a las diferentes situaciones que se nos presente en la vida.

  1. Prestando atención a los sonidos. Antes de salir de tu carro, antes de leer correos, antes de tener una reunión, o antes de hacer un cambio de actividad, realiza el siguiente ejercicio: Tómate una pausa, cierra los ojos, y durante 1 o 2  minutos escucha los diferentes sonidos que encuentras en tu entono. Los nombras mentalmente de la siguiente manera: Sonido de un carro, risa de un niño, martilleo, sonido de pájaros, etc. Esto ayudará a calmar  tu mente porque estas enfocándote en una sola cosa que es en los sonidos. Cuando nuestra mente esta en modo estrés, los pensamientos van de una lado a otro, otros van al pasado y pensamos cosas como: “¿Por qué hice esto”, “¿Por qué dejé de hacer aquello?” o nos encontramos en el futuro y nos hacemos preguntas como: “¿Será que esto pasará?”. Este ejercicio nos ayuda a estar más en contacto con nuestro presente mediante los sonidos y a practicar la calma.
  2. Conéctate con la respiración. La respiración es una práctica universal que ayuda también a enfocarnos en un solo objeto. De la misma forma que lo mencionamos con el ejercicio de los sonidos, lo podemos hacer en algún momento del día donde cambiemos de actividad y así preparamos el cerebro para estar más presentes.  El ejercicio consiste en cerrar los ojos o si te es difícil, mantén los ojos entre abiertos mirando un punto fijo. Ponemos nuestra mano en la zona abdominal y sentimos como se expande y se contrae la respiración. Respiramos conservando su ritmo natural sin necesidad de aumentar la velocidad de la respiración o hacerla más lenta. Empezamos a contar de uno en uno la respiración hasta llegar a 10. Ejemplo: inhalamos 1, exhalamos 1, inhalamos 2, exhalamos 2, inhalamos  3, exhalamos 3 y así sucesivamente hasta llegar hasta 10 y después nos devolvemos contando desde 10 hasta 1.
  3. Hacer las cosas que nos gustan. Sacar tiempo una vez a al semana para hacer las cosas que nos gustan, por ejemplo, ir a cine, asistir a un concierto, bailar, leer, etc. Cuando hacemos lo que nos gusta estamos intrínsecamente conectados con el presente, rara vez pensamos en lo que tenemos que hacer durante el  día o en lo que dejamos  de hacer ayer, estamos 100% con nuestros sentidos en el presente. Así que esta es una manera informal de practicar la presencia.

 

  1. Enfocándonos en lo bueno que nos pasa. Cuando estamos en modo estrés, rara vez vemos las cosas buenas que se nos presentan. Es más fácil observar lo que no esta funcionando en nuestra vida que lo que si esta funcionado. Para esto podemos hacer la práctica llamada: “Las tres cosas”. Este ejercicio lo hicieron en la Universidad de Duke donde Brian Sexton,  profesor de siquiatría de esta universidad, animó a un grupo de personas -muchos de ellos con síntomas de depresión que de hecho tomaban Prozac como antidepresivo-   hacer esta práctica durante 14 días. La práctica consistía en decir tres cosas que hayan funcionado bien durante el día o 3 eventos  positivo del día. No tenía que ser algo grande, podían ser cosas pequeñas como el halago de un compañero, el hecho que  una persona haya alcanzado el lápiz que se nos cayó al piso, entre otras. Después de los 14 días, estas personas manifestaron  un aumento en la felicidad,  en su estado de ánimo y lograron dormir mejor. Así que podemos usar esta práctica antes de acostarnos a manera de cierre del día o para empezar en la mañana con una buena disposición. De esta manera, estaremos programando poco a poco nuestro cerebro hacia las emociones
  2. Sé amable y bondadosa contigo misma, aún cuando te equivoques.  Una de las emociones que más  quita energía en  nosotras las mujeres es la culpa. Para ello, practicamos las habilidades del Mindfulness como lo es la  autocompasión y la amabilidad para empezar a construir una relación saludable con nosotros mismos. La paz empieza por nosotros, así que si deseamos tener buenas relaciones primero debemos empezar con nuestra propia relación. Al finalizar del día, pensemos en un error que cometimos en el día y lo  que aprendimos de ese error. Los errores son indispensables para nuestro progreso y éxito. Esta práctica nos invita,  en vez de tener una mirada juzgadora hacia nosotras mismas, a ser consciente del error y  usarlo para nuestro beneficio, es decir, para crecer.
  1. Da prioridad a tus prioridades. Las mujeres hoy en día tenemos muchas cosas que hacer, y frecuentemente nos sentimos agobiadas porque sentimos que no nos alcanza el tiempo para llevar a cabo la lista de cosas que necesitamos hacer. Algo que podemos hacer es un día antes o el mismo día en la mañana, chequear nuestra agenda. Démosle prioridad a las cosas urgentes y posponemos las que no son tan urgentes. Muchas veces todas son urgentes, pero dentro de ese mismo grupo hay algunas que requieren mas atención que otras. Así que démosle prioridad a las cosas  que no pueden dar más espera. Esto ayuda enormemente a nuestra salud emocional porque cuando tenemos algo importante por hacer y no lo hemos podido llevar  a cabo, nos da un sentimiento  de intranquilidad. La organización en nuestro tiempo puede ayudarnos a liberar cargas y a sentirnos más productivos y eficientes.

 

En un mundo tan lleno de cambios y de movimiento, es esencial para nuestra salud mental y emocional tomar pausas que nos ayuden a conectar con  nuestra esencia humana y con lo que verdaderamente nos importa.  Mindfulness es la práctica que nos ayuda a esto, a concentrarnos en el aquí y el ahora,  a enfocarnos con la verdadera realidad.

 

BIBIANA GIRALDO

Instructora de Mindfulness certificada por el Centro de Ciencia de la Universidad de Bekerley en California

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¿Por qué los niños necesitan socializar?

Socializar es una parte esencial del ser humano. Todos necesitamos tener contacto con otras personas, y  los bebés no son la excepción. Ellos necesitan acostumbrarse al mundo que los rodea y todo empieza con la familia, los vecinos, amigos y posteriormente con otros niños. ¿Pero por qué es tan importante para un niño? ¿Qué debemos hacer como padres? A continuación te explicamos las razones para tomar en serio este punto.

Conocer mi mundo y conquistarlo

El hecho de que un bebé no pueda comunicarse con palabras ni dar la mano para decir “Mucho gusto” no quiere decir que no haya comenzado su proceso de socialización. De hecho en esta edad comienza todo. Es importante que vaya reconociendo a las personas que se encargan de él y más adelante serán clave para su desarrollo emocional y afectivo. En pocas palabras el niño necesita entrenar con su núcleo familiar lo que tendrá que aplicar con otros grupos sociales.

Se desarrollan valores como la empatía

Tener interacciones con otras personas y otros grupos le mostrará al niño que cada persona es diferente y única. Y sobre todo que estas diferencias deben ser respetadas. Se llama empatía y es fundamental para vivir en armonía y en paz con el resto. Sin embargo debe tenerse en cuenta que es un proceso que toma tiempo, probablemente los primeros 3 o 5 años de edad.

Para construir la personalidad

La personalidad se construye en gran parte durante los primeros 7 años de vida y se construye a partir de la socialización. Lo que los padres piensan, creen y hacen influirá en el niño. Así mismo, el vivir y presenciar los comportamientos de otros niños y de otros adultos también contribuirá a edificar la personalidad, específicamente en aspectos como: La forma de reaccionar ante ciertas situaciones y de resolver conflictos, al desarrollo de la autoestima y del autocontrol, así como de la confianza, entre otros.

Aprender a compartir

Naturalmente, los niños tienden a acaparar la atención, así como objetos y momentos. Pero al socializar aprenden poco a poco, y a su ritmo, el valor de compartir. Así mismo, al interactuar, empezarán a sentirse cómodos compartiendo y conocerán sus límites. No solo eso, sino que también sabrán cuáles son sus límites al compartir y cómo pueden expresarlo de la manera más adecuada.

Los niños se vuelven más independientes y ganan más confianza en sí mismos

Los espacios de socialización le permiten al niño adoptar el sentido de independencia que necesitan para su vida adulta. El juego con otros niños tienen que ver con el desarrollo de esta habilidad, así como la estimulación adecuada, en la cual los niños aprenden poco a poco a valerse por sí mismos. Esto tendrá como ventaja que tu hijo(a) tenga confianza en sí mismo al ver que puede lograr ciertas cosas.

Sin duda la socialización es el proceso fundamental en los primeros años de vida. Y si te preguntas qué puedes hacer como padre para fomentarla en tus niños, te dejamos unas recomendaciones:

Permitir que juegue con otros niños.

Participar en clases de estimulación adecuada para crear vínculos afectivos con la familia y quienes los rodean.

Llevar a cabo juegos de roles.

Dejar que el niño se exprese y se desenvuelva, respetando reglas establecidas como: No hablar con extraños.

¿Y tú? ¿Sabías lo importante que es la socialización en los niños?

Empoderamiento a través de la maternidad

¿Qué significa «empoderarmiento”?

Empoderar significa hacerte cargo de tu bienestar, de tu vida, de tu salud y de tu felicidad.   Tomar decisiones al respecto, utilizar mi capacidad de razonamiento y de libertad. Es preguntarte lo que deseas y buscar las soluciones al cómo lo vas a lograr. Para ello es indispensable poner un plan de acción en marcha una vez que eres consciente de lo que quieres y lo que es beneficioso para ti. Leer más

Importancia del Juego en nuestros hijos

Escrito por: Jill Durby

Mi trabajo, mi pasión, mi modo de vida es… Juego. Como propietaria de tres Gymboree Play & Music soy una embajadora de juego para nuestra comunidad. Como una educadora ya retirada en desarrollo infantil tengo amplio conocimiento de todos los tipos y beneficios del juego. Vivo por el deleite, la curiosidad y el crecimiento que el juego provee a los niños que servimos. Leer más

Estimular a nuestros hijos va más allá de una clase

La estimulación temprana para nuestro hijos es tan importante que es considerado un requisito para el desarrollo óptimo de nuestro bebé. Con la estimulación, potencializamos sus funciones cerebrales en todos los aspectos, tales como el cognitivo, lingüístico, motor y social.

Cuando somos muy pequeños, nuestro cerebro requiere  de estímulos oportunos que lo ayuden a desarrollarse de forma adecuada. Y estos estímulos deben ser constantes durante todo el proceso de crecimiento, ya que si nuestro bebé recibe poca estimulación  o de una forma irregular, el cerebro no desarrolla adecuadamente sus capacidades al ritmo y calidad que se esperaría.

Por otro lado, si nuestro bebé recibe una estimulación adecuada, abundante, de buena calidad y de forma periódica, nos va a garantizar un ritmo adecuado para el proceso de adquisición de distintas funciones cerebrales

Es muy importante que nuestro hijo reciba desde los 2 meses estimulaciones constantes ya que en esta etapa su cerebro tiene mayor plasticidad, ocasionando que se establezcan conexiones entre las neuronas con más facilidad y eficacia. Es por eso que todo el proceso que engloba la estimulación no debe recaer solo en una clase. Debemos continuar y perfeccionar las técnicas para brindarle un mundo de posibilidades a nuestros hijos.

Esto no significa que solo debamos depender de clases especiales de estimulación. Como padres, podemos enriquecer todas las áreas del desarrollo de nuestros hijos, en casa o a través de actividades cotidianas.

Para poder estimular a nuestros hijos de forma correcta y acorde a su edad y aprendizaje, debemos conectarnos y conocerlos de forma profunda. Así podemos identificar cuáles son las mejores actividades o juegos de acuerdo a su personalidad y su etapa de desarrollo.

La estimulación, más allá de ser una herramienta para potencializar el desarrollo cerebral, es un proceso que nos permite:

  1. Generar vínculos y conexión con nuestros hijos. Mientras más los conocemos, más podemos identificar los juegos que más disfrutan y por qué. Esto nos brinda un montón de beneficios como por ejemplo: Conocerás los gustos de tu hijo, y de esa forma sus juegos favoritos para disfrutar mejor el tiempo con él.
  2. Aprenderás a favorecer en los niños el manejo de situaciones de la vida diaria, haciendo que se enfrenten y manejen diferentes situaciones del día a día.
  3. Fortalecerás la relación con él, haciéndolo más seguro de sí mismo y estrechando el vínculo entre los dos.

Si quieres saber sobre más ejercicios para estimular a tu bebé, no olvides visitar nuestra página web donde encontrarás mucha información acerca de la estimulación gymboreeclases.co
¡Te esperamos!